Cuanto más avanzo en la reflexión, más convencido estoy de que somos seres únicos e irrepetibles. Nuestra naturaleza permite que seamos individuos exclusivos y diferentes entre sí, tanto a nivel físico como emocional. Ni siquiera los gemelos son idénticos, aunque sólo sea porque sienten cosas diferentes. Además de nuestra anatomía, existe un componente emocional en nuestra estructura existencial que confiere un sello distintivo a cada uno de nosotros. Frente a un hecho objetivo y concreto, hay tantas reacciones emocionales como personas expuestas a ese hecho. Por mucho que se le otorgue el mismo nombre (miedo, amor, …), la vivencia emocional es privada, inexplicable y excepcional.
Photo by Paul Teysen on Unsplash
Todo intento por homogeneizar el ser humano es, a mi modo de ver, un sabotaje, una traición. Sin embargo, cuanto más profundizo en la observación, más aturdido me quedo con los intentos de nuestra cultura en aniquilar esa heterogeneidad. Si no, ¿de dónde salen tantos manuales, ratios, etiquetas, adjetivos, titulares, títulos, fórmulas, calificaciones, identificadores, números, certificados, diagnósticos, psicotipos, esteriotipos, modelos, modas, tendencias, notas, …?
¿Dónde está el silencio? ¿Quién nos enseña a experimentar con las emociones? ¿Cuándo vamos a dejar de hablar de banalidades? ¿Qué significa ‘Ser Humano’?
Comentários