Ahora, cuando estoy con el otro, me dejo sentir el calor en mis mejillas y el deseo que brota en mi piel. Y siento la apertura de mi pecho mientras el amor emerge hacia fuera. Ahora, en cada caricia y cada silencio, conecto con la sabiduría de los cuerpos. Me siento lleno, me siento nutrido, me siento vivo y, sobre todo, despierto.

Comentários