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SANA, SANA, COLITA DE RANA (2)

  • Foto del escritor: Francesc
    Francesc
  • 14 jun
  • 2 Min. de lectura

Con los años, he estado en manos de centenares de profesionales de la enfermería, tanto enfermeras como auxiliares. Sí, centenares. Acumulo en mi bagaje como paciente y como compañero de paciente miles de conversaciones, actuaciones o actitudes que han servido para crearme una opinión al respecto de estos profesionales.


En primer lugar, destaco una obviedad: esta profesión la dominan las mujeres. Y suerte tenemos de ello. También he observado, en general, que para ejercerla hay que tener de base una mínima vocación de servicio. Se nota a la legua cuando alguien trabaja en esto por dinero o “porque no he encontrado nada más”. Otra cosa es que la gente esté quemada de repetir turnos y hacer guardias los fines de semana a cambio de cuatro euros mal pagados, pero aún en esos casos la mayoría de las veces prevalece la vocación por cuidar al otro. Repito, las mujeres cuidan nuestra vida y lo hacen muy bien.


Lo dice la palabra: paciente. En un ingreso o una consulta es recomendable no ir con prisas, exigencias o caprichos, de lo contrario es muy probable que la persona reciba un trato distante, pobre o tardío. Siempre que entro en un centro de salud, sea del tipo que sea, me armo de paciencia y empatía. Basta con ver el listado de tareas que ha de llevar a cabo un profesional de la enfermería para saber ajustar las expectativas y demandas.


En general, la mayoría de enfermerxs y auxiliares son excelentes profesionales, pero hay algunas excepciones (que se detectan a los tres segundos de cruzar la puerta de la habitación):

  • Resabiadxs: son lxs veteranxs del grupo y es mejor no dirigirles la palabra. Están cabreadxs consigo mismxs y, por ende, con todo lo que les rodea. Suelen trabajar en el turno de mañana.

  • Cándidxs: Pecan de exceso de empatía lo que lxs hace ineficientes. Se entretienen demasiado a conversar con los pacientes pensando que así hacen mejor su labor. Son carnaza para pacientes muy exigentes.

  • Intrusxs: Se han equivocado de profesión o están aquí por necesidad. Se pasan el día quejándose de las condiciones de trabajo o de sus compañerxs. Interaccionan muy poco con los pacientes y cuando lo hacen es para regañarlxs.

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