top of page
Buscar

QUALSEVOL NIT POT SORTIR EL SOL

Foto del escritor: FrancescFrancesc

La mujer está casada y hasta hace poco vivía en la más cómoda de las tranquilidades. El trabajo, la familia y sus aficiones completaban su horizonte cotidiano. De pronto, un encuentro profesional con un desconocido revoluciona su status quo y le abre en canal las compuertas del alma, desencadenando un sinfín de emociones desconocidas para ella. «Estoy desconcertada -me confiesa-, rota por dentro».

Respira con dificultad y llora con ligereza. Ciertamente está agitada, desorientada. Intento escuchar y acoger su conmoción para poner en palabras algo que es irreproducible. Ninguno de los dos utiliza el adjetivo (mal)bendito, pero ambos sabemos de qué estamos hablando. «No puede ser, no puede ser -se queja desamparada-, esto no me puede pasar a mi».

Photo by Inge Poelman on Unsplash


Cuando cuelgo el teléfono deambulo entre la envidia y la euforia. Después, al pensar en mi amiga, me doy cuenta que ahora le espera un otoño efervescente en el que deberá aprender a convivir con este macabro sentimiento antagónico de amor y de culpa.


Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page